
Como ha sido comunicado mundialmente, nuestro país ha sufrido uno de los sismos más destructivos en su historia, quizá comparado al que ocurrió en los setenta, por el altísimo costo en vidas y daños materiales.

No es mi intención redundar en el dolor y sufrimiento de nuestros compatriotas, que de eso creo ya hemos tenido suficiente en 48 horas -hasta el cierre de este post- con la avalancha de información otorgada por los medios de comunicación (comentaré estas cuestiones en un futuro próximo) pero es un conducto necesario para, de alguna manera, no caer en la indiferencia de quienes, por fortuna, no hemos padecido pérdida alguna y que vemos con lejanía física los orígenes de la tragedia.
Es en la desgracia cuando más requerimos de ese sentimiento de empatía e identificación con quienes hoy padecen, con quienes compartimos ese lazo tan fuerte como es pertenecer a un mismo suelo, es hora de demostrar por qué somos personas y por qué tenemos derecho a llamarnos seres sociales, es la cualidad de la solidaridad la que nos llama a dar de nosotros y dejar de lado nuestras quejas o pedidos, a olvidar nuestros reclamos para concentrarnos en quienes hoy no tienen lo que nosotros sí tenemos (un techo donde dormir, abrigo, comida) y colaborar, que el compartir sea una forma de agradecer nuestra suerte, que dar de lo nuestro sea una forma de saber que lo que hemos logrado es gracias a todos con los que compartimos la vida y si nuestras alegrías son producto de la colaboración de los demás, que hoy sea nuestra fuerza la que se comparta con quienes están golpeados en la esperanza, brindemos nuestra vida en el vivir con el otro, sin distinciones ni reparos.
Y es que el enfoque de esta nota es resaltar el espíritu de cuerpo demostrado por las naciones del mundo, espíritu cristalizado en ayuda concreta que no se hizo esperar y que viene llegando sin cesar para aliviar en parte el avatar de quienes padecen a cuasa de este siniestro.
Son situaciones como esta que tenemos hoy -lamentablemente- donde demostramos que los peruanos somo solidarios, que estamos en perfectas condiciones para articular acciones en pro del bienestar del otro, que la suma de pequeños aportes hacen inmensos dones de caridad y camaradería.

Hoy más que siempre, somos uno solo, avanzamos en la misma dirección a pesar de las diferencias aparentes, estamos para apoyarnos sin reparar en el color de la piel, ni en el estatus; que hoy por hoy es el mismo corazón el afligido, es la misma voz que grita ¡SI SE PUEDE!
--------------------------------------------------
El staff de PPM se solidariza con nuestros hermanos del sur del país y expresamos nuestra condolencia por el dolor y la pérdida irreparable de compañeros y amigos.
Asimismo, agradecemos el sustancial apoyo de las instituciones públicas y sociedad civil (Gobierno, fuerzas armadas, policía nacional, defensa civil, cruz roja, bomberos y voluntarios en todas las áreas) que vienen uniendo acciones para sacar adelante y levantar una vez más este suelo maravilloso que nos ha visto nacer.
Atentamente
Asimismo, agradecemos el sustancial apoyo de las instituciones públicas y sociedad civil (Gobierno, fuerzas armadas, policía nacional, defensa civil, cruz roja, bomberos y voluntarios en todas las áreas) que vienen uniendo acciones para sacar adelante y levantar una vez más este suelo maravilloso que nos ha visto nacer.
Atentamente