julio 31, 2006

Cronica Urbana: El Arca de NoE


Héme aquí para relatarles en papel, una de las experiencias urbanas más bizarras que he tenido en lo que va de mi peruanísima vida, y todo en 60 minutos de viaje en un bus.

Diez post meridiano, luego de dejar pasar tres buses (con seis minutos de diferencia entre cada uno como promedio), raudo me dirigí a subir al cuarto bus que me llevaría a mi destino (mi casa) Casi siempre suelo escojer un bus donde aún queden asientos disponibles, porque detesto cuando el bus va absolutamente lleno y las personas se apiñan a más no poder, además una hora y veinte minutos de viaje de pie no es mi estilo. Como de costumbre fijé mi mirada en las filas de asientos al final del bus, éste tenía una forma peculiar de distribuir dichos asientos: había un par en la esquina derecha, justo detrás de la puerta de "subida", a la izquierda de dichos asientos, había una especie de compartimiento propio de la carrocería, inmediatamente estaba colocada una hilera con capacidad para tres personas (de contextura promedio) cómodamente sentadas. Decidí escoger la fila detrás de la puerta, como siempre al lado de la ventanilla para observar el cielo negro contaminado de luz naranja.


Tras diez minutos de viaje se dio inicio al show: el bus se detuvo en uno de los dizque paraderos y el conductor accionó el control para abrir la puerta trasera, aquélla que estaba a mi costado, pero yo en ese instante andaba divagando en cuestiones filosóficas y no presté atención visual, vagamente me percaté de lo siguiente: se prestaba a subir una señora con un par de niñas menores de 8 años, el cobrador cogió el brazo de una de ellas para ayudarla a subir "más rápido" y la niña oponía resistencia esperando alguna indicación de su madre, quien ni corta ni perezosa le profirió al cobrador: "Déjala subir sola, que ella puede! quítale la mano de encima! qué te pasa ah?" sorprendido de escuchar aquel tonito de voz (se notaba cierto matiz de furia contenida desde la infancia) el cobrador atinó a soltar a la niña y retorcedió unos metros, la niña subió sola apoyándose en el manubrio y luego percibí las figuras de otras dos niñas y una mujer sumamente delgada, con el cabello corto y un chullo en la cabeza; miré de reojo y noté en su rostro un aire particular: su lenguaje corporal se distinguía del resto, no me atreví a seguir observándola por temor a alguna reacción violenta de su parte.


Las niñas se juntaron y buscaron la mirada de su madre quien les indicó sentarse en la hilera de tres asientos, en la cual estaba sentado un chico (en el centro) si titubear la señora se dirigió al muchacho: "puedes moverte para que se sienten mis hijas?" él, con pinta de universitario-rebelde-emocionalmente la miró, dudó un instante y luego hizo lo que ella le pidió. Una vez ya acomodadas, la señora le dijo a la niña que protagonizó el incidente: "la próxima vez que alguien te jale para subir dile 'a mí me han parí'o perfecta, no necesito que me ayuden a subir' qué cosa se habrán creido" sentenció mirando al cobrador. El chofer tenía encendida la radio en una emisora de "música del recuerdo" y en ese preciso instante se escuchaba la voz de Rocío Jurado cuando de pronto escuché a alguien haciéndole dúo ¿adivinan quién? pues sí, la señora de las tres niñas. Cantaba sin reparos, a pesar que su garganta dejaba notar algún deterioro, productos de seguramente varios gritos y el inclemente frío de Lima, quizá una que otra copita.

El bus continuaba su recorrido y cada vez subían más personas, mientras tanto en la pugna por subir, un niño irrumpió en el pasillo e inició su discurso -vendía caramelos- al terminar su faena, se acercó a cada uno de los pasajeros y cuando llegó frente a la señora de las tres niñas, ésta le dijo: "niño, ven, toma..." entregándole un puñado de caramelos que sacó de una bolsa que llevaba entre la piernas "yo también vendo, pero ya acabé por hoy, ya saqué para el cuarto de mis hijas, toma, tú los necesitas más que yo ahora..." el niño aceptó el ofrecimiento y entre confundido y sonriente bajó del bus, mientras la madre hablaba con sus hijas: "ese niño sale a trabajar solito, seguro lo explotan, ahora tiene que ir a darle la plata a su madre, porque seguro su padre ni lo ve, para eso son buenos los hombre, para tener hijos y después desaparecer..." sentenció, las niñas escuchaban atentamente.
Las personas seguían subiendo y el bus hace un buen rato había completado sus asientos, los "parados" se hacían cada vez más, en su mayoría subían por la puerta trasera, yo era testigo privilegiado de todos sus periplos. De pronto subió una señora de avanzada edad, y al ver que no habían asientos disponibles, se sitió estratégicamente al lado del chico universitario, al ver esta escena la señora de las tres hijas le dijo: " muchacho ¿por qué no te paras para darle el asiento a la señora?" ante esto, y con el antecedente, el universitario -raudo y sin chistar- se levantó. Junto con la dama subió un hombre de contextura gruesa vestido con un buzo de deporte, se situó al costado de la señora de las tres hijas cuando de pronto se escuchó: "oye! ándate más atrás! y deja de sobarte en la pierna de mi hija que no te está haciendo nada, ¡enfermo eres! crees que no me doy cuenta y vienes a pajillarte* con mi hija" ante tamaña recriminación el hombre no tuvo más remedio que hacerse a un lado.

Tras ese reproche, reparé en la acentuación y sobre todo en aquella palabra ajena al contexto limeño (pajillarte) junto con el fervor con el que hizo dúo con Rocío Jurado, el disonante "parí'o" y la actitud asertiva-agresiva había yo, de alguna manera, corroborado mi hipótesis: influencia española, pero no tenía aspecto de española, pues habían muchos matices peruanos en sus maneras, luego de etse breve análisis redefiní mi hipótesis: ¡Gitana! y de segunda generación. Entre tanta gente que subía (muchísima) y bajaba (poquísima) fue a parar al lado de la señora de las tres hijas, un par de chicas que por su porte parecían haber salido de la academia pre con rumbo a sus casas, la señora... se ofreció para cargarle a las chica más próxima la mochila que, con dificultad, llevaba colgada al hombro; ella aceptó e inmediatamente establecieron conversación, alcancé a escuchar que la señora no sólo era madre de tres niñas: existían nueve más y ¡uno en camino!. Por un momento intenté observar a esta señora, pero ya era tanta la cantidad de gente en el bus que me fue imposible, cuando me percaté de este hecho, dejé de lado mis hipótesis y volví mi atención al bus, repleto pero aún así seguían subiendo la personas (es impresionante lo poco que se estiman algunas personas, prefieren subir a un bus donde ya no pueden ni mantenerse dignamente en pie, a esperar el siguiente bus que seguramente tiene más espacio disponible, dónde quedó su conciencia, dónde su perspectiva de futuro, realmente no lo sé) entre ésta meditación decepcionante y a la vez iracunda aconteció "la gota que derramó el vaso" era tanta la cantidad de gente que habían tres sujetos (una mujer incluida) ocupando los escalones de la puerta posterior, cuando el bus se detiene y abre dicha puerta para que suba un chico con una mochila en la espalda, quien trepó -literalmente- al bus con gran dificultad, no pudiendo avanzar más, quedó parado en el primer escalón, en ese instante la puerta se cerró aprisionando al chico cuyo brazo derecho quedó fuera del bus. Inmediatamente la gente empezó a gritarle al chofer: "oe! abre la puerta de atrás!" gritaba un hombre "su brazo! su brazo!" decía la chica junto a él, tras cada instante más y más eran las voces que proferían reclamos e insultos (irreproducibles ahora) hacia el chofer y cobrador, hasta que la puerta se abrió, la gente se apiñó más y el chico pudo liberar su brazo y subir al siguiente escalón.

Tras ese hecho, la gente inció una tertulia espontánea con quien tenían a su lado acerca del problema del apiñamiento en el bus, demás está decir que me pareció ridículo e inconsecuente, pues todos coincidían en echarle la culpa al chofer por "dejar subir más gente" en los siguientes paraderos se escuchaban gritos como éste: "oe! ya no hagas subir más gente" refiriéndose al chofer, como si la directa responsabilidad la tuviera él, cuando lo lógico es que quienes deberían abstenerse de subir a bus tan repleto son las personas que aguardan en los paraderos, las mismas que habían subido por montones durante la segunda mitad del viaje. Un comentario hizo que interrumpiera mi análisis social de conyuntura, "Esto parece el arca de Noé..." dijo la señora de las tres hijas "...puro animal sube!" Sí señora, tiene mucha razón.



*
pajillarte: vocablo (jerga) de origen español, se traduce como masturbarse o frotarse con fines de placer sexual.
- Imagen: crédito, william medeiros.
- PD (Nota del autor) Las disculpas del caso a los animales, tómenlo por el lado amable, la expresión está contextualizada, en ningún momento tuve intención de ofenderlos.


Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS

julio 30, 2006

Post-Link: La EdAd de Los PaiseS


Heme aquí, para esta vez comentar un post de lo más interesante, se trata del multipirateado "La EdAd de Los PaiseS" pues bien, mi primera referencia al post fue por un link de
blogalaxia, un blog de cuyo autor no pienso hacer mención, porque me he dado cuenta que no es el autor del post, simplemente lo pirateó de algún recóndito lugar del ciberespacio. ¡Así de crudo!

El contenido del post es lo de más audaz debo decir, una provocación intelectual de aquellas que no leía hace buen tiempo, no pretendo hacer referencias directas para que usted, querido lector, tenga oportunidad de leer dicho post y luego prodigue su opinión. Así que dejo aquí la crítica literaria y paso a la otra crítica -la moralista-

He de confesar que, en principio, lo creí autor del post y estuve a punto de escribir un sendo comentario de felicitación por tamaña hazaña intelectual, pero las circunstancias me llevaron a curiosear por los buscadores, digité el título del post en la barra de búsqueda y caput aparecieron más de 600 referencias, no le diré, querido lector, que indagué en todas, pero en mi corta travesía por el buscador pude constatar que existen más de una docena de personas que se atribuyen la autoría del post. ¡Cosa de locos!

Hechos como éste deben existir por centenares en la blogósfera, mucho se ha comentado sobre el tema: cuestión de egos débiles, de poca moral, ausencia de ética y principios, en fin, sea como fuera (quizá todas las alternativas juntas) la cuestión es que la piratería siempre rondará en cualquier espacio donde el orgullo, la vanidad, y las malas costumbres vayan de la mano con la impunidad y los hechos furtivos. ¡Una Lástima!


PD (nota de autor)
1. las referencias del caso a Google por permitirnos encontrar de todo.
2. Así es querido lector, yo utilizo FireFox ¿y usted?



Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS


julio 29, 2006

Entre Siembras y Reggaeton (II)

Si existen casos que pecan de ingenuos al tratar de captar la atención de los niños y jóvenes del país, existen también -para vergüenza ajena- casos "maquiavélicos" (el fin justifica los medios) para lograr "captar" la atención -a veces más que eso- de los jóvenes.

Y mucho más importante si el contexto es un proceso electoral, en un país donde los jóvenes entre 18 a 24 conforman un procentaje inmenso de votantes hábiles y de memoria corta. Contexto que el partido aprista supo aprovechar al máximo, en desmedro de los partidos contendores, hecho corroborado por la victoria en la elección presidencial (a pesar de la fuerte resistencia de un gran sector del país que se inclinó por la propuesta nacionalista, pero esto es tema de otro análisis)

Mientras los demás partidos se esmeraban en "ganar" el voto de sectores populares, sectores marginados (geopolíticamente) y sectores político-económicos, el partido de la estrella se enfocó en un público con especial atención: los jóvenes. Una estrategia dirigida a convocar a ese importante porcentaje de electores en su mayoría inexpertos en un proceso electoral, quienes recién formaban un espíritu político, acorde con los nuevos matices de su generación. El APRA (lo escribo en mayúsculas porque son siglas) dio en el clavo, llegando a través del idioma "de moda", capturando el código preciso: el reggaeton. No va a negar, querido lector, que la cancioncita era inevitablemente pegajosa "esta es la estrella, aquí está el APRA la juventud desde el Perú ya la levanta, ven corre marca, marca la estrella..."

El "partido" seguirá agradeciéndole la "invención" al compañero Hernán, por tan visionaria propuesta. Lo malo (pésimo diría yo) es que esta visión duró lo que duró la campaña, sin más ni menos, los jóvenes votaron -dejaron su huella como versa la canción- y "muchas gracias chibolos, chau, hasta nunca" probablemente ya no más se utilizará esta estrategia con fines constructivos, para crear conciencia-país en los jóvenes, para convocarlos a actividades en pro del bienestar colectivo y de su propio bienestar. Quizá volvamos a ver la misma estrategia, ya no con reggaeton sino con algún otro ritmo de moda, para las elecciones del 2011. Maquiavelo ¿qué nos has hecho? Una verdadera lástima.


Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS



julio 27, 2006

La BandA...¿ya no le queda ancha?


Mañana, 28 de julio, se llevará a cabo la juramentación de Alan García como "nuevo" Presidente de la República para el periodo 2006-2011. Quien estará a cargo de colocarle la banda presidencial será la flamante Presidenta del Congreso Dra. Mercedes Cabanillas y los señores periodistas alistan las cámaras para captar esta "postal" que quedará en la historia como un cambio de mando con mucho condimento "estrella"

Mucho se ha hablado del primer periodo del gobierno aprista con Alan García a la cabeza, y se seguirá hablando más mientras el gobierno actual avance en el quinquenio de su administración.

Recordamos aquel García del primer gobierno, delgado, juvenil, imprudente. Redundo al decir que la banda de aquel entonces le quedó muy ancha.
Hoy lo vemos maduro (al menos el artilugio de las patillas canosas lo hace ver así) ancho de formas, se le notas "asentado" por las libertades que le otorgan los años vividos en el país (desde aquel 2000 y tras dos campañas electorales) quién lo diría, en el Perú las cosas ocurren a través de caminos misteriosos, como leí alguna vez: "si Kafka y García Márquez habrían nacido y vivido en Perú, serían literatos costumbristas"

Pues bien, esperemos que ahora sí le quede justa la banda a García, pero no tanto como para asfixiarlo antes de que culmine su "nuevo" periodo.


Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS

julio 25, 2006

Por Dios, por la Patria y... por mi PerriTo

Es indignante lo que pasó hoy, 25 de julio, en el hemiciclo del Congreso Nacional de la República, una maravilla "perlita", porque nuestro amado país tiene de todo, de bueno y de malo.

Tremendo debate se ha armado luego de la ceremonia de juramentación de los congresistas electos para el período 2006-2011, emergen dos bandos: los que condenan la actitud de la señores representantes de la junta preparatoria (Sr Carlos Torres Caro, Sra Martha Hidebrant y Srta Luciana León) calificándola de racista, discriminante, injusta, permisiva, censuradora, negligente y un largo etcétera. Y el otro bando, quienes consideran un exceso de protagonismo de aquellos señores que se sirvieron del juramento para mencionar personajes, lugares y abstracciones que no venían al caso.

Pues bien, querido lector, yo me considero una persona centrada emocionalmente, pero inclino mi balanza para el segundo grupo, por una sencilla razón: un juramento de las características de éste, merece el más solemne respeto a las figuras más emblemáticas para una persona -léase Dios (si uno es creyente) y la Patria (que lo vio a uno nacer y lo verá volver a la tierra) nada más-

¿Por qué ese afán de juramentar por "algo más"? quizá es ansiedad, en el mejor de los casos, quizá es animadversión y ganas de atacar -con premeditación, alevosía y ventaja- en el peor de los casos. No me atrevo a echar cartas todavía, no quiero pecar de profeta.

La normativa congresal versaba que la "fórmula de juramentación" debería ser única y exclusivamente "por Dios y por la Patría, sí, juro" pero la tradición -porque en Perú siempre es buena la tradición cuando nos conviene, así sea un hecho anacrónico desde el punto de vista histórico- daba la libertad de jurar por cualquier otra cosa, mientras no ataque, denigre, agrave, insulte o perjudique a las demás personas (presentes, radioescuchas y televidentes) y mientras lo versado no se contradiga por lo expresado en la solemne Constitución de la República (¿?)

De estos argumentos se valieron los congresistas que decidieron juramentar con "alguito más" y con estos mismos argumentos se valen quienes defienden la tradición y acusan a la junta preparatoria de exceso de protagonismo y contradecir el protocolo. Pero si hacemos caso a lo expresado párrafo arriba, un flamante congresista bien pudo decir lo siguiente: "Por Dios, por la Patria, por mi perrito, por mi colección de estampitas del mundial de méxico 70, por mi casero del mercado de frutas y por mi manicurista, sí, juro" y juás, no pasaba nada, ¿o no? Por favor, dónde quedó el respeto a los principios, parece que se perdió junto con los cuadros, placas y manivelas de bronce de Palacio de Gobierno.

No es mi objetivo hacer una defensa acérrima de la junta preparatoria del congreso, porque sé que actuaron mal, por falta de previsión, consenso y por faltarles tino a la hora de parametrar la fórmula de juramentación, bien es cierto que los señores y señoras congresistas no se la dejaron nada fácil. Si tuvieron la intención de conservar el orden y el correcto protocolo en la ceremonia, debieron sentar bases firmes y directrices claras, de haberlas tenido (como no las tuvieron) no hubieran intervenido. Así de enfático: ¡o todos o ninguno!.

Pero a algunos periodistas se les ha pasado la mano, o quizá no han interpretado correctamente lo que aconteció hoy en el hemiciclo, porque han tildado de racista y discriminadora a Martha Hildebrant, por -entre otros casos- anular la juramentación de Nancy Obregón (quien con puño alzado y cara de cachaco juramentó por los campesinos cocaleros) no pues señores periodistas, analicen bien las cosas y no caigan en subjetividades poco afortunadas. Si nos ponemos drásticos, la juramentación de Obregón y congresistas con similar comportamiento, puede tildarse de discriminante, ya que realiza el juramento por sólo un grupo y no por todos los ciudadanos peruanos. Señores, cuando uno es electo congresista si bien es cierto es elegido por el voto de un sector de la población (eso es democracia pues) uno asume el deber constitucional de representar a toda la cuidadanía, a TODA -sí, a quienes votaron por mí y a quienes NO votaron por mí- por lo tanto si juro el cargo, lo hago por todos a quienes represento y ese TODOS no es nada más ni nada menos que LA PATRIA, por eso se jura por ella (como síntesis de todos los ciudadanos de una nación)

La polémica continuará, a pesar de todo, porque es parte de las relaciones sociales el debate de ideas encontradas, lo único que exijo desde esta modesta tribuna es que ese debate sea ALTURADO, respetando al otro y a uno mismo por adición, ojalá los nuevos congresistas se olviden de las alusiones absurdas y de los ataques "de taquito" y concentren sus fuerzas en pro de la gobernabilidad.


Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS

julio 24, 2006

El Desayuno LimeÑo: Calenta'o

El Calenta'o

Una de las maravillas limeñas, por encerrar tradición e historia en su ceremonioso ritual, a través de una cotidiana costumbre dominguera (dependiendo del acontecimiento) es el calenta'o, no cabe duda que limeño que se pinte de cuerpo entero como tal ha de confesar que ha sido partícipe de esta tradición en la mesa de su hogar, que ha disfrutado con el sabor mágico que proporciona el tiempo y que ha quedado con las ganas de pedir "repetición". Porque algo es cierto: el calenta'o es mucho más rico que el plato "del día", cosa misteriosa.

Primero lo primero, el lector no familiarizado con Lima se preguntará ¿qué es el calenta'o? pues bien, no es más que el plato fuerte -léase segundo- que se preparó el día anterior y, calentado en una sartén, se sirve en el desayuno al día siguiente. Dependiendo de la costumbre familiar, el calenta'o se puede servir en platos individuales o, como lo prefiere la tradición, se sirve en un plato-fuente en el centro de la mesa para que los reunidos al desayuno puedan desgustarlo cual "piqueo". Un calenta'o "correcto" es aquel hecho a base de ciertos platos típicos (cau-cau, escabeche, ají de gallina -ahora de pollo-, carapulcra, entre otros)

Aquí viene la parte bonita, parafraseando a Gastón Acurio "Los más importante de un plato, más que su sabor o ingredientes, es la historia que envuelve su creación" y razón no le falta, ejemplos de ello hay muchos en nuestro querido país, cada uno con su peculiar contexto, época y protagonistas. Pues me atrevo a otorgarle, querido lector, los fragmentos de la historia del tema de referencia. Me disculpo por adelantado si cometo una imprudencia en los detalles (sea por omisión o por adición)

La siguiente reseña parte de los comentarios recogidos por este servidor con los limeños antiguos, testigos presenciales algunos, otros, atentos escuchas de los relatos de sus padres y abuelos. La historia del calenta'o se remonta a Lima criollísima, de los barrios altos* en sus mejores momentos, con las quintas amigables y llenas de camaradería, aquella de las jaranas de "rompe y raja" de la polquita atrevida y el valsecito bonito, una Lima de gratos recuerdos. En esa época se acostumbraba celebrar un acontecimiento importante (léase, bautizo, cumpleaños, matrimonio y similares) con una fiesta en la casa del agasajado -o, en raro caso, en casa prestada- invitando a los familiares y vecinos cercanos para algarabía de todos. Grupo especial que formaba parte de las celebraciones, era el de los músicos criollos, aquella especie de trovadores de la cotidianidad limeña, con un olfato inigualable para detectar jarana en proyecto, además de poseer los secretos del ritmo en las venas (junto con varios ml3 de Pisco) y con una debilidad: las mujeres.

La fiesta transcurría con júbilo arrebatado, mientras los músicos practicaban su oficio, el pisco recorría la casa de esquina a esquina y muy de vez en cuando se detenía entre los cantantes "que el oficio de cantar a uno le seca la garganta" las señoras y señoritas (según el caso) con sonrisa a flor de labios iban y venían por la sala y la cocina, viendo que la comidita de rigor quede en perfectas condiciones para ser degustada por los invitados. El grupo de músicos, fieles a su arte, debían privarse de la ronda de comida mientras tocaban, era costumbre que ellos comieran en la madrugada, con la jarana ya avanzada y los señores "harto alegres", momento preciso para que el respresentante del grupo se acercara hacia las damas y les pidiera muy amable él (con enamoramiento de por medio) se apiadaran de los estómagos cantores y les proporcionaran aquel "manjar de dioses" que reposaba en la cocina. Las señoritas raudas iban a la cocina, mientras sonreían sonrojadas por tanta amabilidad y piropos, a calentar el platillo (o paltillos de acuerdo a la opulencia) de la cena para brindárselos a los señores músicos, los cuales una vez con el plato en la mano, devoraban con rapidez la comida, deshaciendo en halagos a la cocinera y aprovechando para pedir con un conveniente "no hay primera sin segunda" un poco más del platillo "¡el fondo de la olla es mío!"

Muchas conjeturas pueden crearse a partir de este hecho: el sabor multiplicado del calenta'o que sentimos al probarlo es el testimonio del espíritu de aquella estirpe de músicos criollos que vive en nosotros cada vez que devoramos un calenta'o de ají de gallina o carapulcra. Es también la alegría de las mujeres halagadas por haberle dado vida a ese "manjar de dioses" y es en sí el recuerdo de una época de magia que encierra nuestra memoria genética.

En fin querido lector, argumente lo que usted crea conveniente, déjeme a mi con mi nostalgia aprendida. Una recomendación: cuando saboree un desayuno limeño y tenga oportunidad de probrar un calenta'o acuérdese de las jaranas de rompe y raja, y de los músicos criollos enamorando a las mujeres "por un platito más de ese manjar de dioses".


*Barrios altos: barrio del distrito de Cercado de Lima, famoso por ser cuna del criollismo.


Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MatravillaS

julio 23, 2006

¡VivA el PERU SeñoreS!

Que estas líneas tengan como objetivo conmemorar el suceso con más trascendencia de la historia de nuestra querida tierra: la proclamación de su independencia.

El significado político y social de este acontecimiento consideró un cambio sustancial para quienes hasta ese entonces vivían el día a día bajo las reglas y legislación española, sumidos bajo la potestad de la corona, sólo en teoría, ya que realmente el perú de aquella época estaba sometido a los caprichos y excentricidades de las "autoridades" designadas por la corona en el país, quienes lejos de ser merecedores de tamaña responsabilidad, configuraban el prototipo de persona arribista, astutamentre vulgar y ridiculamente noble.

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Un renacimiento, doloroso y con complicaciones a largo plazo, pero renacimiento al fin
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Sabemos que luego de la evolución social del país, tras vivir el crudo proceso de "conquista" (estúpido eufemismo que hasta ahora se lee en los textos educativos) y el posterior proceso de sometimiento e imposición del esclavismo como principal relación de producción, con todos los agregados correspondientes: humillación, expropiación, violación de derechos básicos, cosificación de la persona, salvajismo, tortura y demás conductas atroces de parte de los "conquistadores" (incluyendo la devastadora campaña evangelizadora) configuraron en los probladores del perú un "síndrome de sometimiento" que se multiplicaba a medida que las generaciones se prolongaban.

No hemos de obviar los casos de aquellos peruanos que lograron desarrollar un nivel superior de conciencia, y considerar la posibilidad de objetivar sus vidas a lograr amedrentar el abuso español o español-mestizo, según la época. Pero fueron muy pocos, la casi absoluta mayoría vivía bajo el manto de mirada gacha, la espalda encorvada y la predisposición a seguir respirando en la medida que continúen sirviendo a sus "señores". Causa gran indignación imaginar que existió una época en la que nuestro querido país se vio convertido en una colonia oprimida y sin esperanza entre sus pobladores. Una modorra compartida.

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Los ojos a veces no ven lo que la cabeza no quiere que vean
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Retrocediendo un poco en el tiempo, hacia aproximadamente la tercera década del siglo XVI -según los historiadores- me veo en la obligación moral de afirmar que lo que realmente hicieron los españoles de aquella época no fue "conquistar" como bien han querido maquillar algunos entendidos en la materia -o quizá son malosentendidos-, fue invadir un pueblo ajeno, mediante el uso de la fuerza y con la ventaja de la tecnología, empleando métodos viles y despojados de toda moral, abusos propios de una guerra no anunciada y por demás injusta, en la que el saldo siempre es negativo y a veces, como fue en este caso, irreversible.

Pero la historia da lecciones de maravillosa fuerza para sobreponerse a la adversidad, porque algo es seguro: los peruanos somos especialmente dotados para superarnos en base a tesón, habilidad y, sobre todo, corazón. Si bien la época de la colonia fue una modorra colectiva, era cuestión de tiempo que el pueblo se de cuenta de su propia capacidad para cambiar su destino, escribir con sus propias manos la historia venidera, aquellas manos que habían dejado atrás muestras sublimes de majestuosidad en armonía (la ciudadela de Machu- Picchu entre muchísimas otras son testimonio de esto) aquellas manos que no dudaron en ofrendar sus vidas en pos de la lucha por un ideal, que más que eso era un derecho, y como todo derecho arrebatado, se convierte en deber moral hacer lo posible por recuperarlo.

Mucho tiempo para despertar, muchas vidas caídas en el proceso, muchos actos heróicos -algunos públicos y recordados, muchísimos otros anónimos- hicieron de la proclamación de la independencia el clímax que todo un país espera presenciar, poner fin al sufrimiento del oprobio y empezar una etapa en la que los peruanos serían dirigidos por peruanos en beneficio de todos. Auras de paz y de llanto contenido en los rostros que presenciaron la proclamación, días de fiesta y felicitación, de luto por los caídos, recuerdo inmenso de un capítulo emotivamente nuestro, musa de prodigios para la eternidad (José Bernardo Alcedo entre otros) vaivén de risas y llantos, en resumen, una experiencia irrepetible.

Rememorar el 28 de julio es recordar ese atroz periodo de la colonia, con objetiva tristeza, recordar también la epopeya de quienes lucharon por recobrar la libertad, con lo bueno y lo malo de toda experiencia histórica. Con la conciencia de que la solución no está en renegar del pasado, sino en aprender de la experiencia y notar que el horizonte común es lo que nos ayudará a crecer como nación, lejos del egoísmo y las luchas de clases, lejos de la visión inmediatista sin planificación, unidos por un bien totalitario: que el Perú de nuestros hijos y nietos sea mucho mejor que el de ahora.


Felices Fiestas Patrias !!





Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS

julio 21, 2006

la Gran EncuestA

La tecnología avanza y con el tiempo se pone más al servicio del usuario común y silvestre, es por eso que iniciamos un nuevo ciclo en la web, y damos paso a "la GraN EncuestA" una nueva sección que nos permitirá interactuar con usted, querido lector, para generar información valiosa en nuestro análisis social.


Encuesta: ¿Cómo podría mejorar el país?



Atentamente
Richard Torchiani G
Moderador de Perú: País de las MaravillaS