junio 06, 2006

Tratado de Caballería (Primera Parte)

(Sobre el uso y abuso del género como excusa)


"Es todo un caballero" solemos escuchar (aunque cada vez menos) en muchas personas al referirse a algún gesto "cortés" y/o "generoso" varonil hacia alguna "dama". Muy alabados por la crítica, los "caballeros" surcan los caminos de la vida cumpliendo los mas anhelados sueños femeninos de atención y respeto: cediendo (cediendo el paso, cediendo el lugar en la cola, cediendo el asiento de la custer), asumiendo (los pagos del cine y la canchita, de la combi, del cuarto) y perdonando (las tardanzas a las citas, las tardanzas en las llamadas, las tardanzas en el baño). Todo sería muy lindo si no fuera porque se asume como algo que se "debe" de hacer, ya que al exigir que sucedan estas cosas, nos sumergimos cada vez más en el inadecuado machismo en el que estamos enterrados hasta el cuello.

Pero veamos primero, que michigan es un "caballero". La RAE (http://www.rae.es/) afirma: "Que cabalga o va a caballo", mmm... puede ser, pero no se aplica mucho que digamos a los citadinos, otro: "Hidalgo de calificada nobleza", ahora échense a buscar la definición medieval de "hidalgo". Ajá! creo que el siguiente se acomoda mejor: "Hombre que se porta con nobleza y generosidad", lo cual nos indica que al mostrar tales características, hay la probabilidad de que sea noble y generoso, pero no indica impajaritablemente tal cosa. A través del tiempo la aplicación de esta palabra y de otras similares han disminuido una barbaridad en sus implicancias desde épocas victorianas hasta la fecha, pero aún así se mantienen dada la inevitable necesidad egocéntrica é irracional de muchas personas.

Entonces, la creencia en la figura imperturbable del "caballero" genera muchas maldades: dependencia ("Por esa zona de 5 Esquinas sólo paso con mi enamorado") , inutilidad ("chicas, hay que llevar esta mesa al 5to piso... así que de una vez, llamen a Juancito"), insensibilidad ("Tú eres el que debe llamar siempre!"), antijuicio social ("A ver, un caballero que le dé asiento a la señora" y en el asiento reservado está una señorita de traje actuando de ciega, sorda y muda) y que sé yo... cada día aparecen nuevas formas de sacar provecho de la "supremacía relativa" de los géneros, casi siempre bajo apercibimiento de un provecho egoístamente personal, ya que todos fomentamos de una ú otra forma, la existencia de roles y papeles diferentes para varones y féminas, cuando las únicas diferencias que existen, son las que inventamos (iba a poner "creamos", pero eso no es posible, porque el ser humano no tiene la capacidad de crear nada, ya explicaré por qué en un futuro artículo).

En conclusión, antes de actuar como caballero o “tener que” actuar como caballero, prefiero actuar como una persona educada y comprensiva. Y ya seamos varón ó mujer, busquemos no exigir de los demás algo que no podamos realizar nosotros …




The Nightingale

1 comentario:

Richard Torchiani dijo...

Recuerdo una mañana de mi segundo año de carrera, la cual creía desperdiciada a la espera de uno de los profesores (una de las tantas clases perdidas por la informalidad y la falta de motivación bidireccional) cuando de pronto asomaba yo mi cabeza por el auditorio de la facultad y veía a una señora en amague de conferencista, seseo inconfundible: española. El tema: el machismo.

El público era vergonzosamente minoritario, y como ya había resignado la clase del profesor ausente, decidí ingresar al auditorio y escuchar a la académica europea, a fin de cuentas mi sentido común y mis citas ralas con los libros me habian dado una que otra idea sobre el problema del machismo en nuestro país.

Sin más ni menos, la conferencia se tornó interesante (a título personal) nada del otro mundo, la mayoría de la información ya la manejaba con cierto orgullo. Lo que me intersó fue una graciosa frase (en el zezeo de la académica) que resumía muchas de las ideas que yo manejaba en el manojo de neuronas que llevo por casco "Sexismo pasivo" decía la psicóloga, frasecilla que quedó grabada en impronta rauda por los circuitos mnémicos de mi cortex.

¿Y a qué refería ella con dicha frase? pues nada más ni nada menos que al conjunto de manifestaciones personales y sociales nacidas del primigenio movimiento "feminista"

Bien, creo que este punto requiere amplitud en su explicación, espacio para un nuevo tema que comentar (un par de horas frente al monitor, ¿qué más da?)